El misterio de la Cripta embrujada es uno de los libros más interesantes en la temática de novelas policíacas y de misterio en los últimos años. La manera en que Eduardo Mendoza nos acerca a la posibilidad de que el ex interno de un manicomio resuelva el crimen en la historia, es totalmente sutil pero a la vez realista. Esta no es una novela de misterio clásica, tampoco una novela policíaca clásico, de modo que si no te gusta mucho encasillarte en lo clásico, puede encantarte esta historia.
Eduardo mendoza El misterio de la cripta embrujada
Quien haya leído “El Silencio de los Corderos” o visto la película sobre el libro, sabe lo emocionante que es seguir el desarrollo de una historia donde un criminal muy peligroso ayuda a la ley a resolver casos complicados, de hecho es algo que ha ocurrido muchas veces en la vida real, pero si esta vez nos imaginamos al criminal enfermo mental, maloliente y algo depravado, los matices comienzan a oscurecer.
De entrada nos encontraremos al comisario Flores, un investigador que se esfuerza en resolver las misteriosas desapariciones de algunas alumnas en un colegio privado (internado), parece que se trata de nuestro brillante detective pero no. El comisario desesperado solicita la ayuda de alguien cuya inteligencia conoce, una persona muy hábil para resolver problemas rápidamente y solucionar situaciones apremiantes con lo que tenga a la mano pero que también es un criminal y más aún, un enfermo mental con severos problemas para integrarse a la sociedad.
El misterio de la Cripta Embrujada nos muestra un narrador particular
Por si no era suficiente rareza, Eduardo Mendoza sorprende aún más colocando como narrador en su novela al mismo enfermo mental que vemos ayudando a resolver crímenes al comisario Flores. Sin embargo, el primer caso no es el crimen principal en la historia, ya que de entrada lo que vemos es el conocido acuerdo de colaboración entre la ley y un prisionero pagando por sus crímenes, en este caso internado en un manicomio por problemas mentales, la solución del caso de las niñas desaparecidas nos muestra el perfil del protagonista un poco más claro, haciendo más “digerible” la misión que tiene este durante la segunda mitad de la historia.
Eduardo Mendoza en El Misterio de la Cripta Embrujada hace una dura crítica a la España postfranquista
El autor salió de España a EEUU para escribir, nunca se ha entendido con lo que llaman “la transición” postfranquista y varios personajes, referencias y parte del texto está claramente dirigido a hacer una crítica a la actual España, sus instituciones y su estructura, de hecho la hermana del curioso detective es todo un cuadro caricaturesco dirigido a representar parte de esa España y los defectos que menciona, incluso el estilo o la manera de mencionar las características de la hermana es intencionalmente picaresco:
“Tenía… los ojos muy chicos, con tendencia al estrabismo cuando algo la preocupaba, la nariz chata, porcina, la boca errática, ladeada, los dientes irregulares, prominentes y amarillos… Le había salido el cuerpo trapezoidal, desmedido en relación con las patas, cortas y arqueadas, lo que le daba un cierto aire de enano crecido…”
Otro elemento particular del libro es que, en la necesidad de mostrarnos las habilidades del personaje principal, el desarrollo de la primera historia y comentarios que nos ayudan a perfilar al enfermo mental ocupan casi todo el libro, cuando el contrato se cumple y a la solución del primer caso, viene la libertad del prisionero, entonces nos acercamos a la historia principal, la que da nombre al libro y donde nuestro narrador se lucirá con su brillante mente.
El misterio de la Cripta embrujada es una sátira que apunta a España
El hecho de estar escrita con aire satírico hace que notemos muchas referencias a las características de los personajes, notemos énfasis en ciertas frases cuyo significado apunta a la crítica contra el sistema, también contribuye a que no veamos mucha “sangre” en la historia, los casos retratados por Eduardo Mendoza son graves, mucho, pero se evita colocar el foco durante mucho tiempo y menos aún de manera directa, sobre las muertes o hechos con gran crudeza. Lo crudo en la historia es la manera en que se desnuda la doble moral de la sociedad, algo que el lector reconocerá mientras avanza con solo conocer las conversaciones entre el comisario Flores y el enfermo mental sobrevenido en detective.
Un enfermo mental como anti-héroe en El Misterio de la Cripta Embrujada
Esto tampoco es realmente una novedad en la literatura, uno de los anti-héroes más conocidos y por quien los lectores desarrollan mucha simpatía a pesar de sus acciones es Grenouille, protagonista en El Perfume, aunque Suskind se esfuerza en mostrarnos como reales su olfato mágico capaz de identificar olores a kilómetros e incluso separarlos como si los organizara en tarros dentro de su cabeza, la verdad es que iba asesinando mujeres bellas en esa búsqueda desesperada del perfume perfecto. De modo que si al lector le cae en gracia este investigador a pesar de tener graves delitos y ser enfermo mental no debe preocuparse, es normal que los autores logren tal cosa.
Ventajas varias son las que tiene nuestro detective, loco y desaliñado en relación a Grenouille, lo primero es que de olfato especial nada, no tiene poderes fantásticos de ningún tipo, por lo que todo el mérito de su participación en los casos del Misterio de la Cripta Embrujada recae en su brillante cerebro.
En segundo lugar, no es un asesino a sangre fría, hay mucha diferencia entre un enfermo mental con algo de carisma, personalidad, que ayuda a las personas y se preocupa por resolver casos y atrapar a criminales verdaderamente peligrosos y Grenouille, este era un sociopata a niveles terroríficos. Mientras asesinaba a las mujeres toda su atención estaba centrada en una sola cosa: “No dejar escapar ni una “gota” de su esencia. Los perfumes que iba realizando con las mujeres asesinadas eran su único tesoro realmente apreciable (y le salvaron la vida).
¿Listo para acompañar al investigador más extraño que verás en tu vida? Adelante y ¡Buena lectura!